lunes, 26 de enero de 2009

Caminando por las calles.
Individualmente, rozando hombros.
Menos de un segundo, rocé hombros.
Y por menos de un segundo nos vimos
Siempre tan independientes, y al mismo tiempo tan dependientes.
De ese tacto desconocido, ese roce de realidad, de que no somos solo nosotros.
Esa mirada desconocida y necesitada, y no solo somos nosotros
Somos todos los que caminamos esas mismas calles todos los días, mirando hacia el piso
Y mirando solos
Por ese roce de menos de un segundo, me pongo a pensar lo mucho que necesito sentir.
Sentir.
Sentir.
Sentir.
Lo mucho que necesito del tacto.
Lo mucho que me siento obligada a interrumpir mi rutina.
Sentir que no soy la única.
Que no estoy sola.
Sentir que este camino ya ha sido recorrido.
Y que a mi camino le falta mucho por delante.

martes, 20 de enero de 2009

comida que fue comida.

Soy adicta al canal de la comida.
El 62, los dos números inexistentes en mi control remoto de tanto estriparlos.
Y me encanta cocinar.
Desde que mi mamá me regaló para navidad mi primer libro de cocina a los nueve, o por ahí.
Pero eso no fue todo, me regaló tazas de medir, bandejas para las futuras galletas, moldes para que se vieran bonitas y un montón de cosas que ni se como se llaman.
No fue mi abuela, fue mi mamá la que me enseño a cocinar.
Y ya a lo diez podía prepararle una cena completa, con ensalada, plato fuerte y postre.
Bueno más o menos.

Adicta al 62.
Creo que he engordado con solo verlo.
Me emociono toda con Iron Chef.
Hasta me dan ganas de cocinar cosas que ni me gustan.
Aprendo un poquillo de italiano viendo a Giada.
Y no le creo a Rachel Ray que hace todo en menos de 30 minutos.

Me acuerdo una vez cuando me quede en la casa de mi prima por dos semanas.
De la aburrición salimos con la idea de crear un restaurante.
“Las Hormiguitas”
Hicimos menú y de todo.
Había desayuno almuerzo pero olvídese de la cena para ese entonces ya estabamos muertas.
La gente comió. (Osea mis tíos.)
Aww.
Bueno ni tanto, yo era la que lavaba los platos.

En fin, hoy cocine.
Hoy limpie la cocina.
Y hoy comí como nunca había comido.

domingo, 4 de enero de 2009

Querido Blog,
No estoy segura de que posiblemente pueda estar sucediendo entre nosotros, usted y yo, pero parece haber un problema. Nunca quise llegar a esto, pero no es usted, ¡soy yo!
Soy yo.
Se lo juro que mi cabeza esta llena de ideas acumuladas desde hace días, semanas, meses. Y mi corazón lleno de deseo.
Pero cuando llego y me siento en esta silla mis manos se rehúsan a tocar el teclado. Y por más que quiero llenarte de palabras y oraciones que se convierten en párrafos, no logro hacerlo.
No es que no lo intento, por que sí lo hago. Paso horas frente a la computadora, viendo las paginas vacías, desviándome por completo, entrando a las paginas adictivas como Facebook, revisando mi correo y olvidándome completamente de ti.
Pero te prometo que no son más importantes solo que ya no te reviso, y tu ya no me mandas correos.
Creo que deberíamos tomar nuestros caminos separados, por ahora.
Espero que solo sea una etapa.