martes, 7 de julio de 2009

Olvido.


En la mañana se levanta.
Medio oscura, medio soleada.
Caliente.
Otra vez, otra noche ha pasado.
Al ayer, no hay más que hacerle.

Y al levantarse pone un pie en el piso.
Tibio.
Las horas que se han ido, se convierten en días.
Y los días en meses.
Los meses en años.
Años perdidos.

Y cuando pone los dos pies en el piso.
El frío.
Se mira en el espejo.
Ha cambiado.
Su cara ya no es la misma.
Sus ojos caen cansados.

Y cuando se pone los zapatos.
Nada.
Ya no le quedan.

Por que cuando cierre los ojos
Otro día ya habrá pasado.
Otro día olvidado.


Sus días están contados.



Julio

Nadie lo dice.

Nadie lo dice bastante.

Nadie lo dice en alto.


sábado, 4 de julio de 2009

Se me pasó


Acaso uno piensa que no se va acordar.

¿Acaso se me va olvidar?

No se me va olvidar.

Pero lo olvide.



Olvide que me tenia que acordar.


Que con el tiempo, poco a poco.

Y de poco en poco, las partecitas menos importantes se van yendo.

Los detalles insignificantes.

Los que parecen no importar, pero unen la secuencia.

Forman la secuencia, forman la memoria.



Y me preguntan.

¿Te acordás?

Me acordé.

Hace un tiempo.