En la mañana se levanta.
Medio oscura, medio soleada.
Caliente.
Otra vez, otra noche ha pasado.
Al ayer, no hay más que hacerle.
Y al levantarse pone un pie en el piso.
Tibio.
Las horas que se han ido, se convierten en días.
Y los días en meses.
Los meses en años.
Años perdidos.
Y cuando pone los dos pies en el piso.
El frío.
Se mira en el espejo.
Ha cambiado.
Su cara ya no es la misma.
Sus ojos caen cansados.
Y cuando se pone los zapatos.
Nada.
Ya no le quedan.
Por que cuando cierre los ojos
Otro día ya habrá pasado.
Otro día olvidado.
Sus días están contados.
Medio oscura, medio soleada.
Caliente.
Otra vez, otra noche ha pasado.
Al ayer, no hay más que hacerle.
Y al levantarse pone un pie en el piso.
Tibio.
Las horas que se han ido, se convierten en días.
Y los días en meses.
Los meses en años.
Años perdidos.
Y cuando pone los dos pies en el piso.
El frío.
Se mira en el espejo.
Ha cambiado.
Su cara ya no es la misma.
Sus ojos caen cansados.
Y cuando se pone los zapatos.
Nada.
Ya no le quedan.
Por que cuando cierre los ojos
Otro día ya habrá pasado.
Otro día olvidado.
Sus días están contados.
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